¿Cómo es tu mundo emocional?
¿Qué semillas emocionales has sembrado? ¿Cómo lo nutres? ¿Con qué abonos y nutrientes? ¿Cuál es el clima más adecuado para su crecimiento? ¿Qué espacio necesitan para crecer?
Tus semillas emocionales necesitan cuidados para crecer y ver la luz. Es nuestra responsabilidad regar y abonar las semillas que queremos ver crecer en nuestro mundo emocional y quitar las malas hierbas que invaden el espacio que necesitan nuestras plantas para crecer.
Somos lo que plantamos... En tu aula, en tu familia, en tu oficina, en tu empresa...Y tú... ¿qué semillas quieres plantar?